Pero ¿y si ya no soy la que ocupa tu cama una sola noche? ¿Y si ya no soy más la que te atiende el teléfono cuando tengas ganas y estés aburrido solo en tu casa? ¿Y qué si ya no te busco ni te hago temblar? ¿Y qué si dejo de hacer estupideces? ¿Por qué no puedo ser más que eso para vos? ¿Para aquel? ¿Para alguien? ¿Porqué conformarme con algo tan frívolo como es una sola noche, un solo programa, una sola cena o ni cena y directo al grano? ¿Por qué besar cualquier boca que no esté dispuesta a decir: “me importas”, porqué aceptar cualquier propuesta? ¿Y qué si me cansé de todo eso, de vos, de él, de aquel, del otro?
¿Y qué si no soy la que te besa cuando te despertás, ni esa que pone su cabeza en tu pecho para descansar después de amar? ¿Y qué si no me salen las palabras tiernas, ni el gesto de cariño espontaneo y sí sé muy bien como darte la espalda al dormir? ¿Y qué si no soy yo con quien vas a pasar por el resto de tu vida? ¿Y qué si soy diferente y tengo mil y un defectos? Y qué si no tengo ganas de querer, si no tengo ganas de sufrir, si no tengo ganas de vivir? ¿Y qué si creo en que ni vos, ni el otro van a poder cambiar eso? ¿Y qué si me quiero encerrar en un cuarto y no levantarme, y qué no entres vos, ni vos, ni mi papá, ni mi mamá, ni el pastor?
¿Y qué si no encajo en ninguno de esos perfiles? Ni un extremo ni el otro. ¿Y qué si no pertenezco a ningún lado, si no soy esa mujer que quieras tener a tu lado, ni ahora ni nunca. ¿Y qué si ya no se a donde correr, si no encuentro refugio ni en mi casa, ni en tu casa, ni en tu cama, ni en tu pecho? Y siento que exploto cada vez que alguien me dice algo, que mi carácter es una gran mierda y que no me la banco. Que me hago la fuerte pero no aguanto nada, que entro en desesperación cada vez que intento levantarme y salir del pozo. Y siento que de los que rodean nadie me quiere, nadie me aguanta porque es difícil y que le haría un gran favor a todos si lo hiciera. Pero ¿Quién dijo que tengo huevos para eso? Si ya dije que no soy fuerte, que soy cagona, que no cuento con nada ni con ganas para matarme. Me da paja, todo. Me da bronca. Me indigna ser así, actuar así y seguir así, sin querer cambiar nada.
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